lunes, 28 de septiembre de 2009

El bebé al horno

En la Argentina post 55 circulaba una historia acerca de una empleada doméstica -léase una muchacha peronista o chirusa, segun a que lado del centro se encuentre - que, habiendo salido sus patrones de compras, y en un ataque de resentimiento de clase, sirvióles a su regreso para la cena, el bebe de meses cuyo cuidado le habían encargado.
La historia que ´circuló y causó gran alarma entre la gente bien de aquellos tiempos es, además de gorila, falsa. Un mito urbano a la altura de la solapa, la mujer de blanco o el asado al parquet. Éste mito, como todos los mitos, tiene una función social: estigmatizar un poco más a la raza odiada que había osado usar zapatos de taco los domingos.
Hoy podemos encontrar una inumeráble cantidad de mitos o leyendas urbanas, como la que con honda preocupación relata el presidente del Concejo Empresario, Gabriel Bourdín, en el UNO del pasado domingo 14 de junio. Para Bourdín, un empleado que comenzó a trabajar hace "seis meses y comenzó a flatar sin motivo y es despedido hay que pagarle 20 mil pesos"(sic). Pero la cratividad del dueño de Petropack no agota su ambición, y relata que "un pasante que está haciendo un determinado trabajo en un proceso de preparación, va a la Justicia diciendo que atendió el teléfono (...) y sedeclara empleado estable de la casa"(recontrasic).
Aquí dos leyendas urbanas que bien podrían pasar a formar parte de la hitoria oficial de Tangamandapio.