viernes, 12 de marzo de 2010

Superpoderes


Estas personas con la increíble capacidad de cagarte el cumpleaños de tu hijo porque si los invitas te amargan haciendo comentarios acerca de lo cara que están las cosas, aunque no tengan ningún reparo en lastrarse todo, han realizado un leve cambio, o desarrollo, en ese superpoder que detentan, el de la clarividencia. Ahora no sólo son los intérpretes, la mayor de las veces errados, del destino, si no que además saben lo que piensa la gente, y eso sí que es de destacar. Lilita reta por tv a la senadora Latorre porque no obedece el mandato de la gente. La pobre legisladora santafesina debe pensar, y cómo hago si yo no tengo esos poderes. Pero es muy loco, ¿no? Los tipos tienen la posta de lo que estoy pensando, así que con estos personajes muy bien podríamos anular las elecciones, ya no haría falta nuestra expresión sufragante, solo bastaría con pensar sinceramente y de corazón y ya le estaría llegando el fax telepático a la Bulrrich, a Chiche, Lilita y sus fantásticos. Eso sí, hay un problema, el notable poder le está negado al oficialismo, justo a él que sería quien mejor podría aprovecharlo, porque siempre está haciendo lo que la gente no quiere. Bulrrich decía los otros días que “la gente votó por igualdad de trato en la ONCCA”, sabiendo que mi vecino votó a la oposición, se lo comento, pero declara que no sabe de qué corno le estoy hablando, cosas que tiene el inconciente, aunque se declara un profundo conocedor de la problemática en la metodología para medir el índice de inflación del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, que arroja datos controversiales, aunque no lo dice de esa manera, me dice que lo del indé (así lo pronuncia) es un quilombo, no le discuto, nunca entendí bien las diferencias metodológicas, pero para consolarlo le digo que no se haga problemas, que ahora, con la mayoría opositora en el parlamento, seguramente se va a solucionar lo del indé, se va a legalizar el aborto, se respetarán las instituciones, se separará la iglesia del estado, se volverá a ser un país viable y serio, se rechazará la deuda ilegítima contraída por la Alianza, saldremos del default provocado por Rodríguez Saá, se le quitará la mordaza a los medios, se respetarán las leyes de bosques y glaciares, se dejará de explotar por manos extranjeras nuestro recurso minero, contribuiremos a contrarrestar el calentamiento global, se eliminará la pobreza y el clientelismo y tantos otros flagelos por los cuales el está muy encabritado con este gobierno. Él me mira con cara de póker, pero seguro ha de ser la humildad del ganador.

martes, 9 de marzo de 2010

Un bajón Buenos Aires


La semana pasada estuve de viaje por Buenos Aires y la verdad que fue un bajón, bah, en realidad la pase bastante bien, pero para un cabecita del interior que mira los medios porteños que la van de nacionales, que no le pase nada, es como quedar excluido del país virtual, ese que lo tiene a Dj. Candela, a Fort, a Susana, Mirta, Pachano, el Ogro Fabiani, Esperanto, y toda la onda. Porque en realidad no me pasó nada, ni siquiera un asalto, ni arrebato, ni punga. En un momento comencé a preguntarme si no daba croto y a sentirme mal, porque me había puesto la mejor pilcha, andaba con toda la guita encima y miraba con desconfianza a cuanto sospechoso pasaba por al lado. Viajé en cole y volví borracho hasta las tabas, caminando por el bajo Flores, entre ansioso y temeroso, esperando ver cómo mataban a una pobre anciana a tiros para después patearla en el suelo, sodomizarla y escupirla delante de sus nietos, hijos y marido que había sido un pobre descendiente de italianos que bajaban de los barcos y a fuerza de trabajar toda su vida había logrado amasar fortuna, fortuna que esos seres endemoniados que mujeres que viven del Estado paren en las villas, le habían arrebatado para fumar paco, o simplemente presenciar cómo le volaban la tapa de los sesos a una angelical rubia que en su tiempo libre daba catequesis a chicos enfermos de cáncer, sólo para robarle su Audi modelo 2010, que le habían regalado sus padres para los quince y que ella tanto deseaba. Pero nada, entristecido por la idea de una ciudad que disimulaba dándome la espalda, negándome lo que a los noticieros le regala por montones cada día, volví silbando pa` la pensión.

Opositor sos amargo


Hoy en día el opositor hace el papel de amargo, lisa y llanamente. El hecho de no poder enorgullecerse porque la película “El Secreto de Sus Ojos” de Campanella haya ganado el Oscar a la mejor de habla extranjera es sólo un ejemplo. Ya los vemos en la tele haciendo patéticos esfuerzos por decir que hay internas entre sus actores, tratando de demostrar que la película no es tan buena porque Franchella, en su papel de Pablo, dice “hola banco de esperma” cuando atiende el teléfono del juzgado, “y en los 70 no había bancos de esperma”, corrigen botonamente. Porque además hacen el papel de botones, de ortivas. Maradona les cae mal, desean con todas sus fuerzas que la selección fracase. ¿Hay acaso algo más amargo y ortiva que eso?¿Quién si no algún borgeano –y Borges sí que era un amargo, él mismo lo decía: “no he sido feliz”– podría festejar un fracaso futbolero? Lo siento muchachos, pero Maradona es nuestro, la banca a Cristina, al Fútbol Para Todos, y sigan mamando…
No pudieron festejar cuando nos sacamos de encima el yugo del FMI, si llueve se inundan y si hay seca la soja no crece. Y sus pobres mujeres, ni siquiera pudieron ponerse contentas porque sus hijos comenzaron en tiempo y forma las clases, como desde hace un buen tiempo no ocurría en la Argentina. Si quedan embarazadas sienten culpa por el terrible chiste que circula de que quieren cobrar la Asignación Universal. Me causa gracia ver a algunos progresistas amigos masticando con asco y tragando a la fuerza tener que compartir espacio con la Sociedad Rural, con Prat Gay, con la Lilita, apoyar el ajuste que desde un vértice al otro del arco opositor se viene insinuando.
Qué le va a hacer, tendrán que blanquear a sus sirvientas –y por cierto no llamarlas más así–, pasar tensionados sus vacaciones porque a todo momento hay que decir que en este país ya no se puede vivir, aunque estén tomando sol en Camboriú, quedar afuera de cualquier festejo, poner caras de amargos aunque les esté yendo bárbaro, bancarse que sus hijos, pequeños hoy, cuando sean adolescentes quieran ser kirchneristas, padecer acidez estomacal y en cualquier momento una úlcera, y por supuesto, tendrán que soportar sin vaselina el posible título mundial de la Argentina de Maradona y, si eso sucede, el contundente triunfo del Frente Para la Victoria en 2011.