domingo, 13 de junio de 2010

Esquizofrenia mediática


El presentador anuncia “violencia en los colegios”, un nuevo caso: “un alumno golpeó una maestra y la amenazó de muerte”. En el desarrollo de la noticia el notero entrevista a las autoridades del colegio que explican que el chico se estaba peleando con otro, la maestra quiso separarlos y sin querer, en el fragor de la pelea, uno de los muchachos alcanza a la docente que apenas recibe un empujón. Cuando vuelvan al piso el presentador no aclarará que el título estaba equivocado, cerrará la nota preocupado por una nueva ola de violencia y pasará a presentar otra nota donde el INDEC miente, moreno patotea o Cristina…es Cristina. Pero no llega hasta ahí esta disociación, ya no entre la realidad percibida y la noticia construida, si no entre el titular y el desarrollo de la nota, al punto de que el zócalo dirá otra cosa distinta al copete, por ejemplo “otro avance de Chávez sobre la libertad de prensa” se titula, y más abajo, “un juez habría citado a un gerente de Televisa por presunta evasión de impuestos”. Esto en diarios, programas de tv, radios, etc. Para que así suceda sin que el periodista se sonroje siquiera, se debe partir de ciertas premisas al momento de construir la noticia. Una de estas premisas es que uno estaría tan idiotizado por el bombardeo que ya no distingue una contradicción lógica en la redacción de un texto de tres líneas. Otra es que la memoria de los televidentes es de tan corto plazo que no recordará lo que decía el titular cuando llegue al final de la nota, que a uno le pueden decir lo que quiera. Pero la más importante es aquella que indica que el periodista, el medio, estaría diciendo aquello que la “gente” quiere escuchar, le estaría hablando a un público que entiende y comparte el código. Público que estaría compuesto por personas que viajan a Sudáfrica y se quejan de que en la Argentina ya no se puede vivir; ecologistas que plantan soja; opositores que hacen giras de medios para gritar a los cuatro vientos que en este país no existe la libertad de expresión, se censura a periodistas y tienen miedo; militantes de DDHH que sostienen que este gobierno es una dictadura; ex acusadores de genocidas que defienden los derechos de los expropiadores de niños; comerciantes que se quejan porque este año no podrán cambiar el auto; defensores de los derechos de los abusadores de menores y a su vez detractores del matrimonio homosexual, en fin un público bastante amplio, no?